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UN PASEO POR GARRUCHA
En su recorrido, frente al puerto, encontramos el Monumento al Pescador, levantado en 1991 en honor de los pescadores y hombres de la mar, fundadores de Garrucha.

Seguidamente llegamos al Monumento al Emigrante en honor a todos aquellos andaluces que en los años 40 y 50 emigraron en busca de trabajo a otras ciudades de España y otros países como Francia y Alemania. Se trata de una escultura abstracta realizada en bronce que, colocada sobre una piedra, cuenta con 10 metros de altura. En ella figura la inscripción “a todos los andaluces que lejos de su tierra han contribuido al desarrollo y prosperidad de aquellos pueblos que los acogieron”. Fue donado al Consistorio por el garruchero José Fuentes, quien también tuvo que emigrar por esos años.

Algunos de los caserones del pasado siglo merecen una mirada más atenta, entre ellos el Ayuntamiento, ubicado donde estaba el antiguo Alfolí (almacén de sal), que suministraba sal a más de cuarenta pueblos; su edificación data de 1875 y sus dependencias albergaron la cárcel y escuelas públicas; conservando su estructura y fachada originales fue reconstruido en 1991.

Detrás se encuentra uno de los lugares más emblemáticos de la localidad, la Plaza del Ancla: este espacio está dominado por una vieja ancla, extraída del fondo del mar por un pesquero, colocada sobre dos lastras marinas y rodeada de una gran cadena. Este lugar de expansión fue diseñado por el garruchero Juan Gerez en 1976 sobre una antigua plaza del municipio.

Al lado continuamos con la Ermita del Carmen, bendecida en 1951 y dedicada a la Virgen del Carmen, patrona de los pescadores y de la localidad; en su altar se aloja el camarín de la Virgen y del niño.

Construida en el emplazamiento de un antigua Capilla que había en lo alto del pueblo se encuentra la Iglesia de San Joaquín (1861), que alberga las imágenes de los pasos de Semana Santa; frente a ella está situada la imagen de la Inmaculada mirando al mar sobre un pilar de mármol.

Resto de la arqueología industrial y minera de Garrucha, la Chimenea de la Fundición de San Ramón (1841) nos habla de un pasado no tan lejano que significó un momento de auge y esplendor económico. Con forma piramidal y 72 pies de altura servía para evacuar los humos de las antiguas fundiciones de plomo; durante este siglo ha sido símbolo del pasado minero de Garrucha y referencia visual para los pescadores de la localidad.



Lo más destacado de Garrucha es, sin duda, su hermoso Paseo Marítimo con su baranda de mármol blanco de Macael, más de 1.500 metros de longitud y 150 palmeras, sus mimados jardines y zonas peatonales. Conocido popularmente como “Malecón”, su origen data de 1869 y aprovecha perfectamente la belleza del mar.

A la salida del pueblo, situado en el paraje conocido como las Escobetas, fue mandado construir por Carlos III el Castillo de Jesús Nazareno, fortaleza construida en 1769 con una batería semicircular que mira al mar y dos torreones circulares en las alas que defendía las costas de los ataques de la piratería. Ocupado por el Cuerpo de Carabineros allá por 1845, después fue dependencia de la Guardia Civil. Declarado Bien de Interés Cultural, recientemente se ha rehabilitado y actualmente aloja el Aula del Mar.

"Playas de Garrucha"



Y ya en los límites de Mojácar encontramos el Descargadero de Minerales, ya en desuso, y la Casa de la Marina de la Torre.

Tras un merecido descanso hacemos parada en la multitud de bares y restaurantes del Paseo Marítimo que nos ofrecen una gran variedad del arte del tapeo.

Por la tarde es el momento de visitar la lonja y su subasta de pescado. Un edificio de estilo vanguardista construido en 1995; su interior está decorado con un mosaico del artista local Clemente Gerez donde se subastan a diario a las 17:00h las capturas de pescado y marisco fresco del día. Durante su celebración se pueden observar las maniobras de atraco de los barcos, las faenas de clasificación y desembarco del pescado, así como conocer las especies que se pescan en nuestro litoral, entre las que destaca la conocida y apreciada gamba roja de Garrucha.

Marinera siempre y turística desde el auge minero, Garrucha sigue ofreciendo al visitante trabajo y mar. Un activísimo puerto pesquero, un puerto deportivo y un puerto comercial. El Puerto, cuya construcción se inició en 1932, nos brinda la oportunidad de ver los barcos atracados, pesqueros y deportivos, así como las faenas de los pescadores en tierra limpiando y reparando sus redes y artes de pesca.

Llegado el momento del ocio y el descanso. Garrucha, villa marinera con encanto de pueblo pesquero, que ha visto cambiada su fisonomía gracias a la gran demanda turística y a su extensa playa equipada con todos los servicios. Tranquilidad, buen clima, la calidad de sus aguas y de la fina arena dorada se unen para hacer de Garrucha el lugar ideal para el descanso.



El mercadillo se celebra los viernes en la calle Cervantes y en la calle San Joaquín Escobar.


"Plaza del Ancla"