| Entre las primeras reseñas que encontramos dignas de mención, por la posterior trascendencia del lugar, serían los acontecimientos ocurridos durante la revuelta morisca, que se había iniciado en las Alpujarras granadinas y se fue extendiendo por los lugares poblados de moriscos en Almería.
Terminada la contienda, los moriscos fueron expulsados masivamente fuera del reino de Granada, dejando desoladas y en abandono las casas y tierras del término. Después de la expulsión de los moriscos, pertenecía al Estado de Tahalá del señorío jurisdiccional de don Enrique Enríquez de Guzmán, que comprendía algunos pueblos de la actual provincia de Granada, con la casa solariega situada en Baza y, en la actual Almería, Alcudia de Monteagud, Benizalón, Tahal, Lucainena de las Torres.
Posteriormente, Benizalón pasó a formar parte del señorío del Marqués de Aguilafuente. Uno de los maestros que me precedieron en la Escuela del pueblo, don Juan García Berbel, tuvo la oportunidad de encontrarse y conocer «en un domingo de cálido otoño en Benizalón» a uno de los más brillantes y controvertidos escritores de la joven narrativa contemporánea española, Ignacio Aldecoa, conocido por su afición a visitar lugares olvidados. Acompañado de su novia Josefina y otros amigos se interesaban por la cultura, el habla, los dichos y las costumbres; improvisaron un guiñol, parodias, recitales y un baile en la plaza con participación activa de numerosos vecinos que se desplazaron al lugar para ver el insólito espectáculo.
Se dice en el escrito que «miraban embelesados la silueta vespertina del Cerro de la Virgen bajo su encaje de estrellas que iluminaban la cenefa de las cumbres desiertas»; la cena a base de bellotas asadas, queso de cabra, jamón bien curado con los aires de la sierra, embutidos caseros y una ensalada de berros, acompañada de una jarra de vino blanco del país que brillaba como el oro; la marcha, en burro al despuntar el sol y una tarjeta escrita para el maestro que decía ¡Gracias Benizalón!. |
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"Vista aérea"
Pero la realidad para los 300 habitantes de la actualidad no es tan romántica; viven en 275 viviendas, encontrándose bastantes en estado ruinoso o deshabitadas.
Si comparamos la situación actual de retroceso demográfico con la situación en el año 1948 (M.A.T.), con una población de 895 personas en 159 familias y 266 viviendas, o el censo de 1989, que contaba con una población de 448 personas, de las que 60 eran población activa, 37 buscaban su primer empleo; había 70 escolares; 78 amas de casa, 112 jubilados, etc.
Es fácil entender las dificultades de supervivencia por la que están pasando estos pequeños pueblos de Los Filabres. Actualmente Benizalón cuenta con 328 habitantes, 160 menos que en 1970. |
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