| Con una extensión de 2,89 km2 y una altitud media de 935,8 m. y a 60 km. de la capital, Benizalón está enclavado en la majestuosa Sierra de Filabres, en el falso y accidentado valle que se forma entre los montes Picachón, el mítico Monteagud y el encumbrado Cerro Magregorio, desde donde se ven las sierras de Gádor, Nevada, Almagrera, Segura y los Vélez.
Cuando el viajero aventurero de lo insólito cruza la cumbre y divisa junto al monte, suspendido en el pequeño valle, los descendentes tejados de Benizalón, tiene que pararse a contemplar tan bello paisaje entre el aroma, casi permanente, de albaida, romero y tomillo.
Sus buenas gentes gozan de un clima moderado, con lluvias de primavera-otoño y algunos años de nieve, haciendo de Benizalón un lugar envidiable en cualquier época del año. Los vientos son conocidos como «la Tramontana» y «el Morisco»; este último es el que trae las lluvias. Destacable por atravesar gran parte del término municipal, la llamada rambla de Benizalón (aparece en el Apeo con el nombre de Barranco Principal) es la encargada de canalizar las aguas de escorrentía de los núcleos montañosos que la rodean hasta la desembocadura en el río de Aguas. El propio barranco, el arroyo que se dirige al río Almanzora y la rambla de los Pajares nutren de agua potable a los vecinos, destacando la fuente del caño con un agua fresca y de gran calidad. |
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"Benizalón" |
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