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Historia

Muchas personas les suena Purchena, aunque sea por aquellos de que una de las antiguas puertas de la ciudad de Almería la más importante fuese llamada con este nombre, lo que es sin duda indicativo del papel que tuvo Purchena en el pasado. Y es verdad, Purchena es una de las más preciadas y veneradas joyas de nuestra provincia. Villapalos la denomina la perla del Almanzora.


La ciudad de Purchena es en la actualidad un pueblo maravilloso y tranquilo de 56,8 km2 y unos 1.700 habitantes. Su densidad poblacional apenas rebasa los 30 hab./km2. Se sitúa en el corazón de la cuenca del Almanzora, rodeada de huertas y resguardada por las ruinas de su vieja alcazaba islámica. Sus gentes son hospitalarias, sus mujeres bellísimas, sus rincones entrañables. Nadie es forastero en Purchena, allí se siente cualquiera en tierra propia. De hecho, comúnmente se conoce a Purchena también por los epítetos de ciudad abierta y cautivadora, porque el que la visita una vez, después volverá muchas..

Una «historia» con mayúsculas
Se trata de un territorio cargado de historia, de leyendas y de misterios. Por doquier hay restos arqueológicos, de todas las culturas. Luis Siret ya anduvo por Purchena en la década de 1890, explorando sus yacimientos. De la Edad del Cobre existe una verdadera ciudad en los Churuletes, con su recinto murado y su gran necrópolis. Siret extrajo de los dólmenes de corredor allí existentes los más hermosos vasos companiformes que guarda el Museo Arqueológico Nacional, y casi una veintena de idolillos de pizarra, mármol y piedra calcárea. El asentamiento se extendía hacia Jocaya, el Puente de la Lámpara, los Llanos de la Atalaya...

Plaza Gustavo Villapalos
 

En la misma montaña de la Alcazaba han aparecido molinos de mano, hachas de piedra, punzones de hueso, vasijas, etc., pertenecientes a momentos inmediatos al nacimiento de la cultura del Argar, allá por los años 2500-2000 a. C. De la época romana se han encontrado varias villae, como ocurre en Onegas o en la ladera izquierda de la rambla de Huitar.

Durante el reino de taifas de Almería es cuando destacan en el mundo islámico algunas celebridades particularmente poetas nacidos en Purchena, como Abu Muhammad ibn Abd Allah ibn Jalis, Ibn Aiyas Al-Tujibi, o el grandioso Abu Berkr Ibn Thofail, que llegó a ser médico y secretario del sultán almohade Abd al-Mumin.

La propia Isabel la Católica tuvo que ir personalmente a recibir la ciudad para serle entregada por su alcaide y dar fe de estos hechos ante el pueblo llano. Otro episodio con letras mayúsculas se va a dar en Purchena durante la guerra de las Alpujarras, al convertirse durante el verano de 1569 en la capital y corte de los moriscos rebelados. Es entonces cuando se produjeron las famosas fiestas quenarra Ginés Pérez de Hita en la Segunda Parte de las Guerras Civiles de Granada. En efecto, el reyezuelo Aben Humeya convocó competiciones atléticas, musicales y de danza en las que participaron moriscos de Granada, Baza, Guadix, Almería, Las Alpujarras, etc., así como soldados llegados del reino de Fez y de Turquía.
 

Calle Porche

Purchena, hoy
La década de 1990 parece que va a ser definitiva para que Purchena recobre su papel de antaño como centro administrativo del Alto Almanzora. De nuevo es cabecera de Partido Judicial con Juzgado de 1.ª Instancia e Instrucción. Asimismo posee otros servicios como Notaría, Registro de la Propiedad, Servicio de Extensión Agraria, Cámara Agraria Comarcal, Guardia Civil, y recientemente le ha sido concedido un Instituto de Enseñanza Secundaria.

En otro orden de cosas, su infraestructura se completa con una Biblioteca, Polideportivo, Piscina Municipal, Area Recreativa de Montaña La Silvería, Escuela Taller, Taller de disminuidos físicos, Hotel Municipal (en construcción), Museo de Arqueología Islámica, Radio comarcal, etc. A esto habría que añadir el hondo significado cultural que tiene el que esta ciudad se haya convertido desde 1993 en una de las sedes de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense. Cada año pasan por aquí numerosos intelectuales y cientos de alumnos que se sorprenden al descubrir la magia de esta tierra, y que se convierten en embajadores de la misma.A este resurgir administrativo y cultural se une un nuevo empuje económico.

En efecto, apenas quedan huellas en el paisaje agrario de sus famosos parrales de uva de embarque, que fueron arrancados de cuajo en las inundaciones de 1973. El dominio agrícola ahora es absoluto por parte del naranjo, el olivo y la vid.Por otra parte, Purchena cuenta con un polígono industrial, muy bien comunicado, donde se asientan casi una treintena de empresas punteras en el mercado del mármol,dedicadas a la producción de losas,triturados y plaquetas.

Incluso desde hace dos años funciona una fábrica que microniza el mármol para su aplicación en la fabricación de papel, que ha abierto una nueva vía de aprovechamiento del producto. Al mismo tiempo han comenzado a explotarse canteras de mármol amarillo y mármol blanco, de excelente calidad, en su término municipal, aunque aún se podría hacer más en este campo. Paralelamente existen también algunas industrias menores, como las dedicadas a las conservas vegetales (La Purchenera), secaderos de jamones, constructoras, y un vivero del IARA que da trabajo a numerosas mujeres.

Aben Humeya