Reportajes

Dos ‘oasis’ del mundo


 

Tanto el insólito paisaje que forma el Desierto de Tabernas como la espectacular belleza que esconde la tierra en el municipio de Sorbas los convierten en dos parajes naturales casi únicos en la geografía universal.

 

 

Tabernas y Sorbas, dos localidades cargadas de tesoros en una zona de la provincia de Almería dominada por un paisaje sólo en apariencia inerte y desolado. El clima subdesértico que caracteriza especialmente estos dos términos municipales hace que confluyan las circunstancias perfectas que sustentan ecosistemas fascinantes. 

En Tabernas, las posibilidades del entorno natural abren un extenso abanico de actividades en completa armonía con la naturaleza. Asimismo, su patrimonio nos habla de la Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación de estilo mudéjar, el castillo nazarí que se alza sobre el pueblo y a sus pies los restos arqueológicos vinculados a la cultura de Los Millares en la aldea prehistórica de Terrera Ventura

Desierto 11.625 hectáreas de superficie forman el Paraje Natural Desierto de Tabernas y constituyen todo un oasis en sí mismas cuando se deja la mirada libre para que siga su instinto y revele la intensa vida que late bajo la aparente aridez que percibiría un vistazo sólo superficial. El cromatismo del paisaje por su composición geológica, así como la vegetación y la fauna endémicas existentes son los intereses ecológicos a disfrutar en un espacio único en todo el continente europeo.

 

 

El dromedario puede ser una de las opciones para recorrer las ramblas del Desierto de Tabernas y sentirse así protagonista de una película propia.

 

Y llegar así hasta los escenarios cinematográficos que desde el año 1954 empezaron a utilizarse en pleno para el rodaje de cintas del llamado spaghetti western procedente de Italia, para más tarde llamar la atención de una parte de la industria norteamericana del género. Así lo atestiguan los tres poblados que pueden visitarse: el más antiguo y de mayor tamaño, Parque Temático Oasys, cuenta además con una reserva zoológica que alberga a unas 150 especies de animales. De menor tamaño pero igual significación son el Texas-Hollywood, construido para el rodaje de la película ‘La muerte tenía un precio’ y Western Leone, escenario de ‘El bueno, el feo y el malo’, entre otras muchas.

 

 

El astro rey como futura energía. Las condiciones climatológicas del Desierto de Tabernas han hecho posible también que en los años 80 se instalara aquí la Plataforma Solar, el mayor centro de investigación, desarrollo y ensayos de Europa dedicado a las tecnologías solares de concentración, como fuente de energía renovable.

A tan sólo 25 kilómetros de Tabernas se encuentra la localidad de Sorbas. De la luz cegadora del sol del desierto a la oscuridad que preside el paisaje subterráneo de formaciones kársticas de las espectaculares cuevas con las que cuenta el municipio. Se trata de la belleza que esconde la tierra gracias a la acción del viento y el agua sobre el yeso durante miles y miles de años.

Belleza escondida en las cuevas Este también Paraje Natural Karst en Yesos alberga el 15% de las cavidades mundiales con desarrollos por encima de los 500 metros y la tercera, cuarta y quinta cueva más profunda en yesos. No hace falta ser un experto para disfrutar de las sorprendentes cavidades llenas de estalactitas y estalagmitas en las que, al reflejarse la luz artificial que portan los que las contemplan, adquieren un aspecto mágico e incomparable.

Río Aguas, lengua del desierto. La superficie de las más de mil cuevas que integran este paraje merece también un recorrido por las márgenes del río Aguas, alrededor del cual emerge una vida animal y vegetal propia de un clima subdesértico y al abrigo de ramblas y pozas que mantienen su agua durante todo el año. Las capas de yesos confieren al paisaje una especial geomorfología similar a la que existe bajo tierra.

Tradición alfarera. Lo más llamativo nada más llegar a la localidad de Sorbas son las casas encaladas que cuelgan de un precipicio. Y un especial interés tiene el barrio de la alfarería, donde aún existen dos artesanos que fabrican a la manera tradicional y en hornos de un muy probable origen árabe multitud de piezas que luego llenan de alegres colores y que el visitante puede adquirir en las tiendas que venden al público durante todo el año.