Qué ver en el poniente almeriense
Esta zona de la provincia de Almería tiene una situación estratégica realmente envidiable. El Poniente ha gozado, desde la prehistoria, de una presencia humana muy masiva. De hecho, sus orígenes hay que buscarlos en el período Neolítico y en la Edad de Bronce, momento en el que surgió la cultura de Los Millares.
Las huellas fenicias y romanas se hacen patentes en Adra, una de las localidades más destacadas del Poniente Almeriense y una de las ciudades más antiguas de España, bajo el nombre de Abdera. Fue fundada en el siglo VIII a.C. Puedes seguir las huellas de estos primeros pobladores en el yacimiento arqueológico del Cerro de Montecristo. La muralla de Adra, la Iglesia de la Inmaculada Concepción o la Torre Vigía de Guainos son algunos de sus monumentos más reconocidos. No te pierdas tampoco el Museo de Adra ni olvides las fantásticas playas de su litoral, como La Sirena Loca, cala Junco, San Nicolás o La Juana.
El municipio de El Ejido tampoco debe faltar en la ruta por el Poniente Almeriense. El conocido como ‘Mar de Plástico, por sus numerosos invernaderos, tiene un patrimonio cultural muy importante. En la zona arqueológica de Ciavieja conocerás los vestigios más antiguos del municipio, desde restos prehistóricos hasta bellos mosaicos romanos, que podrás verlos en una recreación inmersiva aquí. El Castillo de Guardias Viejas es uno de los mejores ejemplos de arquitectura defensiva en la costa ejidense. Por último, no te vayas sin acercarte a la Reserva Natural Punta Entinas-Sabinar. Aquí se conserva un ecosistema formado por dunas y marismas donde observar flamencos o garzas.
Hay que recordar que este curioso humedal se sitúa entre El Ejido y Roquetas de Mar, otra de las joyas de la comarca. La fundaron los fenicios en la Rivera de la Algaida, donde hoy existe un yacimiento arqueológico que abarca el final de la Edad del Bronce, la cultura de El Argar y la época musulmana. Accede hasta su núcleo urbano y visita el castillo de Santa Ana, construido a finales del siglo XVI para resistir a los ataques piratas. Pero, sobre todo, es indispensable acudir a sus playas. La más notable es la de Aguadulce, premiada por sus servicios y por estar adaptada para personas con movilidad reducida. La playa virgen de Cerrillos, dentro de la Reserva de Punta Entinas-Sabinar, es una de las más frecuentadas para practicar nudismo.
Por su parte, en la localidad de Dalías se encuentra la pequeña localidad de Celín, un lugar muy recomendado si estás interesado en hacer senderismo. Las rutas te llevarán por los bellos paisajes de la Sierra de Gádor, a sitios como el arroyo de Celín, un nacimiento natural de agua.
También destaca Felix, una de las localidades más pintorescas, ya que su casco histórico está plagado de las típicas casas blancas y es perfecto para un turismo más rural. Igualmente merece la pena desplazarse hasta Vícar para contemplar el impresionante barranco de Carcauz, con varios acueductos romanos y acequias árabes.