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Comienza la segunda fase para la recuperación del Castillo de Tabernas

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Comienza la segunda fase para la recuperación del Castillo de Tabernas

Los trabajos se centran en la consolidación de los muros y torres, la adecuación de los accesos y la investigación de los vestigios que atesora el conjunto defensivo

Esta semana ha comenzado la segunda fase de los trabajos que se están desarrollando en el Castillo de Tabernas, unas tareas que permitirán no solo consolidar y proteger los restos que aún están en pie sino documentar los vestigios que atesora el recinto, algunos visibles y otros no. El proyecto se desarrollará hasta junio de 2023 y cuenta con el apoyo del programa 1,5% cultural, aportando el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana el 71% del presupuesto total de la actuación que asciende a 490.103 euros y el resto está cubierto por el Ayuntamiento de Tabernas.

Con estos trabajos se pretende obtener el mayor conocimiento posible del Castillo de Tabernas, frenar sus procesos de deterioro más importantes, restaurar las zonas que se encuentran en estado más precario y, en suma, poner en valor este importantísimo patrimonio defensivo de Almería y permitir su disfrute por los habitantes de la localidad y los visitantes. “Se trata de una continuación de la primera fase pero mucho más ambiciosa a través de la cual se pretenden restaurar la totalidad de los torreones del Castillo por su parte exterior, además de otros elementos interiores como el muro divisorio o la torre redonda de época castellana”, explica el concejal de Turismo y Patrimonio Histórico, Alfonso Heredia.

En cuanto a arqueología, aparte del seguimiento de tarea de restauración, se harán ciertos sondeos para intentar conocer aspectos ocultos que todavía tiene la fortaleza, como la entrada, el acceso a la fortaleza, conocer cómo eran los aljibes y sistemas de abastecimiento de agua. Durante la primera fase se descubrió un aljibe en el flanco norte de más de tres metros de profundidad, muy posiblemente ligado al almacenamiento de agua de lluvia que necesitaban los ocupantes de la fortaleza para subsistir, así como dos torreones del conjunto defensivo, que se encontraban ocultos bajo toneladas de tierra.

La alcazaba de Tabernas está declarada en su totalidad como Bien de Interés Cultural (BIC), por lo que ostenta el grado máximo de protección patrimonial. En esta segunda fase hay que destacar la parte arqueológica, tanto en lo que se refiere a excavación en el terreno, como a lectura de los paramentos y el indispensable trabajo de documentación que genera la actuación.

Los arqueólogos pretenden descubrir el trazado completo del complejo defensivo, así como delimitar la totalidad del entorno de los lienzos y torreones y, si es posible, localizar las construcciones que pudieran existir en el interior del recinto superior. El proyecto plantea mantener la imagen actual de los elementos sobre los que se va a intervenir, mediante el empleo de materiales y técnicas tradicionales, fundamentalmente mampostería y encofrados de tapia para ejecutar cajones con cal, arena y grava. Con ellos se consigue detener el estado de inestabilidad estructural de algunos de sus elementos, además de consolidar los restos y, en algunos casos, recuperar los volúmenes perdidos.

Además, se mejorará el estado de conservación de los lienzos existentes y se llevarán a cabo las labores necesarias para recuperar el trazado de los elementos que componían la fortaleza, frenando así los procesos de destrucción y desaparición que afectan gravemente al monumento, haciéndolo más seguro y accesible para los visitantes. Esto supone mantener todos los restos antiguos y solo realizar intervenciones en zonas reducidas y que puedan justificarse de manera inequívoca y, además, didáctica para el visitante.

El respeto por los restos originales y su documentación son los criterios metodológicos principales del proyecto y solo se añadirán elementos de protección para evitar la destrucción de fábricas en estado más precario. La restitución de elementos constructivos desaparecidos solo se plantea en aquellos puntos donde se dispone de datos fiables (históricos, fotográficos, arqueológicos, etc.) y los completamientos nunca superan los niveles de murallas o torreones existentes.

Una gran parte de las fábricas de Tabernas son murallas ejecutadas principalmente con tierra, lo que añade bastante dificultad a su reparación. Estas fábricas no son homogéneas, sino que presentan algunas diferencias entre sí y estas son precisamente las que el proyecto pretende recuperar y mostrar al visitante.

Las entidades que han resultado adjudicatarias de esta segunda fase por parte del Ayuntamiento de Tabernas han sido MEMOLab, el laboratorio de arqueología de la Universidad de Granada dirigido por el profesor José María Martín Civantos, y la UTE formada Patrimonio Inteligente y Lirola Ingeniería para la obra civil. Juan de Dios de la Hoz de Arquitectos Lávila será el encargado de la dirección facultativa de la intervención.