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La obra se representa el próximo 26 de abril bajo la dirección de Ricado Iniesta y Sario Téllez
Vícar, 16 de abril de 2024: La Compañía Atalaya, Premio Nacional de Teatro en 2008 además de otras ochenta distinciones, entre los que destacan cinco otorgados más allá de la Unión Europea, vuelve al Teatro Auditorio Ciudad de Vícar para representar “Esperando a Godot”, obra cumbre del teatro del absurdo, del dramaturgo y novelista irlandés Samuel Barclay Beckett. La obra, bajo la dirección de Ricardo Iniesta y Sario Téllez, se representa el próximo día 26, y en ella la compañía aborda por vez primera una obra del autor.
En escena, cuatro de los más veteranos actores del grupo que, a lo largo de un cuarto de siglo, han tomado parte en la mayor parte de los montajes creados por Atalaya. Ellos son los intérpretes idóneos para esta obra donde el texto alcanza cuotas sublimes entre lo absurdo y la tragicomedia. El texto sigue con fidelidad al autor, pero con un ritmo vivo que lo aleja de las visiones demasiado densas y oscuras que tanto se prodigan sobre la obra del escritor dublinés. En el montaje la compañía pone el acento en su carácter de tragicomedia, un estilo en el que Atalaya se maneja muy bien como muestran las versiones de Celestina y Divinas Palabras, las dos obras más representadas por Atalaya en toda su trayectoria, durante la que han llevado a escena a muchos de los más grandes dramaturgos universales, que van desde los trágicos griegos, a Shakespeare, Rojas, Molière, Brecht, Valle, Lorca, Maiakovski, Müller, o Weiss.
Para esta obra, la compañía cuenta con cuatro de los actores más veteranos y con más capacidad para generar la atmósfera tan particular que requiere la obra, Jerónimo Arenal, Manuel Asensio, Marga Reyes y Aurora Casado. Dos de ellos comenzaron en 1995 con Atalaya, otra en 1996 y otro en 2001; es decir que entre los cuatro suman casi cien años en las giras con Atalaya. Ahora, con ese bagaje de edad y experiencia tienen la credibilidad necesaria para encarnar a estos personajes tan especiales como son Vladimir, Estragón, Pozzo y Lucky, cuyo universo no admite caracterizaciones forzadas, tal como exigía el autor.