Nace en Almería, donde pasa su infancia y cursa los estudios de bachillerato. En Granada estudia la carrera de Derecho, que finaliza en muy pocos años y de forma brillante. En el curso 1928-1929 se doctora en Derecho en la Universidad Central de Madrid, con una tesis sobre el Estudio de los medios de solución pacífica de los conflictos internacionales en América, publicada en Madrid pero editada por El Diario de Almería, recibiendo el Premio Extraordinario de Doctorado con sólo diecinueve años. En 1930, por oposición, es nombrado Letrado del Consejo de Estado. Pronto se siente atraído por la política real, siendo uno de los más estrechos colaboradores de Ledesma Ramos, fundador de las JONS, siendo un habitual de la revista de esta organización en la sección internacional. Desde que termina la carrera hasta 1934 ejerce la abogacía, fecha en la que es nombrado ayudante de la cátedra de Derecho Internacional Público de la Universidad Central de Madrid y funda, junto a otros jóvenes interesados en ampliar los conocimientos de política internacional y bajo el patrocinio intelectual del geógrafo Gonzalo de Reparaz González, la Sociedad de Estudios Internacionales y Coloniales, con el objetivo de crear una conciencia española en materia internacional y colonial. En esta prestigiosa institución, ligada inicialmente al Ateneo de Madrid y, desde 1939, al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ocuparía sucesivamente los cargos de secretario y rector (1958- 1966), siendo nombrado in memoriam Rector Único de Honor.

      Con el fin de la Guerra Civil comienza su extraordinaria producción científica sobre Política internacional, Derecho e incluso Historia y Geografía política, sin dejar su labor como Letrado en el Consejo de Estado, en el que sería nombrado (1966) supernumerario con la categoría de Letrado Mayor. Impulsor y redactor de la revista Cuadernos de Estudios Africanos, dirigió la Revista de Política Internacional y, desde su fundación, la sección colonial del Instituto de Estudios Políticos. Prácticamente desde la creación de la Facultad de Ciencias Políticas y Económicas de la Universidad Central de Madrid es el responsable de las cátedras de Política Colonial y de Geografía Política y Económica de Marruecos y Colonias, materias sobre las que publicaría importantes monografías y artículos científicos. En 1954 obtiene el Premio Extraordinario de Doctorado en Ciencias Políticas por la Universidad Central. En 1955 es nombrado magistrado de la Sala Cuarta del Tribunal Supremo, que llegaría años más tarde a presidir, por lo que tiene que abandonar la docencia universitaria, aunque siguió impartiendo múltiples cursos y conferencias en foros españoles y extranjeros, siendo reconocido como uno de los grandes internacionalistas españoles del siglo XX. En 1969 recibe la medalla número 19 de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, ocupando desde 1975 hasta su fallecimiento el cargo de secretario de dicha institución. Miembro con cargos de responsabilidad de numerosas asociaciones de carácter internacional y jurídico (Instituto de Estudios Políticos, Instituto “Francisco de Vitoria”, Asociación Española de Derecho Internacional y un larguísimo etcétera), sus dictámenes, ponencias y opiniones tuvieron gran repercusión en la política exterior española de la época. A lo largo de su vida recibió las más altas condecoraciones y distinciones públicas: Gran Cruz del Mérito Civil, Encomienda de Número de Isabel la Católica, Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort.