Era originario de Somontín (Almería). Ar-Rushati es el único que cita su nisba (gentilicio) tribal árabe de al-Hachri, aunque pudo llevarla por relación de clientela. Este genealogista afincado en Almería llegó a conocerlo al ser buen amigo de su padre. Lo describe como persona religiosa, virtuosa, piadosa y juiciosa. Debía de ser por entonces cuando fue cadí de Almería, cargo que desempeñó un tiempo, siendo su labor al frente de la judicatura alabada.

Anteriormente, en su juventud, se había ganado la vida como comerciante, viajando y ejerciendo la actividad comercial en el zoco de Almería. De esta etapa cuenta ar-Rushati una anécdota que no podemos conocer bien al tener una laguna el texto que comienza diciendo que tenía debajo de un armario una bolsa repleta de dírhames que debía de haber conseguido por el lucrativo negocio al que se dedicaba entonces.
       
Se había formado en derecho con el jurista murciano Abú l-Walid Muhámmad b. Abdállah al-Bakri, conocido como Ibn Míqul, con el que también estudiaron los almeriense al-Udri e Ibn al-Murábit, que eran de la misma generación que ash-Shumuntani.
       
Al abandonar la carrera judicial, decidió llevar una vida de retiro, seguramente hasta su muerte, acaecida en Almería el 16 de enero de 1094, cuando la ciudad ya era gobernada por los almorávides. Fue enterrado en el Cementerio del Arrabal de la Hondonada (al-Hawd), en las proximidades del mar, en la parte Oeste de la ciudad.

Bibliografía:
LIROLA DELGADO, Jorge (2005), Almería andalusí y su territorio. Textos geográficos, Almería, 53.