Nació en Almería cuando ya gobernaban la ciudad los almorávides y en esta ciudad se formó de la mano del jurista Ibn Shafii, entre otros. Su padre, que tenía como profesión la de bruñidor, decidió trasladarse con su hijo a Valencia en torno a 1113, cuando Abú l-Hasan Ali tendría unos quince años. No habría que descartar que fuese una de aquellas familias que se marcharon de Valencia con la conquista de la ciudad por el Cid Campeador y que más tarde, ya en poder de los almorávides, decidieron volver a su tierra.

En Valencia continuó sus estudios. También sabemos que en 1119 estudió derecho en Córdoba con Abú l-Walid Ibn Rushd, el abuelo del filósofo Averroes. Igualmente se formó con el prestigioso jurista sevillano Ibn al-Árabi al-Maáfiri. Fueron muchos los maestros con los que se formó hasta convertirse en una eminencia.

Sus biógrafos destacan que no tenía antecedentes familiares en el campo del saber, por lo que se debe a su empeño y mérito la posición que alcanzó. Incluso cuentan que varias veces que le encargaba su padre el que realizara un mandado y se retrasaba lo encontraba en las clases que el lingüista Ibn as-Sid al-Batalyawsi impartía en la Aljama valenciana. Molesto por esto, el padre lo comentó con el tío del niño, y este, comerciante bien situado, valorando las ansias de saber de su sobrino, lo apadrinó para que pudiera dedicarse al estudio. Así llegó a ser el imam y predicador de la Aljama valenciana. También cuentan que las relaciones con su tío se deterioraron pues era de quienes a veces bebía y su sobrino se lo recriminaba.

Compuso diversas obras, entre ellas una sobre sus maestros y los estudios realizados con ellos, otra sobre tradiciones islámicas ordenadas temáticamente y una exégesis coránica titulada "Libro de saciar al sediento, acerca de las ciencias coránicas". Ninguna de ellas se ha conservado.

Falleció el 23 de mayo de 1172, habiendo cumplido los 83 años de edad.]