TRINIDAD, los

(Almería, ss. XVI-XVII). Familia hidalga y burócrata. Procedente de Chinchón, el árbol familiar en Almería arranca de Juan de la Trinidad (1521-¿), hábil personaje que supo escalar hasta las posiciones más acomodadas de la sociedad almeriense. Iniciado en el pequeño comercio y los negocios, compró una escribanía y una juraduría de la ciudad de Almería. Defendió su ascendencia hidalga en la Real Chancillería de Granada. De limitados recursos económicos, la fortuna le sobrevino a partir de la repoblación de Almería después de la expulsión de los moriscos, pues en 1575 se le concedieron cinco suertes de población, una para cada miembro de la familia, con tal de que auxiliara en su escribanía a los pobladores.

Juan siguió ejerciendo de escribano y jurado de la ciudad, siendo uno de los pocos almerienses catalogados como “ricos” en 1587. Sus cuatro hijos hicieron de la burocracia una auténtica profesión: Alonso de la Trinidad (1549-¿), al que se le calculaba una fortuna de más de 2.000 ducados, heredó de su padre el cargo de jurado, fue receptor de tercias y alcabalas del partido de Almería (1573, 1586 y 1596), mayordomo de los propios y rentas de la ciudad (1580), administrador de la renta de la seda del partido de Almería (1582), administrador de los salitres de Almería y su partido (1612) y contador de la compañía de infantería de Iñigo de Guevara a comienzos del siglo XVII; Agustín de la Trinidad fue mayordomo de los propios y rentas de la ciudad (1586 y 1587), jurado de la ciudad por traspaso de su hermano, administrador del mayorazgo de Villafañe, receptor de rentas de herbajes consignadas al reparo de las murallas y reductos de Almería, y administrador de la renta de la seda de esta ciudad; Luis de la Trinidad (1545-¿), casado con Isabel de Jibaja y Venegas (viuda ya en 1612), desempeñó el cargo de mayordomo del convento de Santo Domingo de Almería (1570) y de regidor de la ciudad, contando con una buena posición económica; Juan de la Trinidad fue clérigo licenciado y vicario de la Taha de Marchena a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, y beneficiado de la parroquia de San Pedro de Almería.

Miembros destacados de la familia durante el siglo XVII fueron Luis de la Trinidad Jibaja, regidor de Almería en 1625 por herencia de su padre Luis de la Trinidad; su hijo, Luis Jacinto de la Trinidad Jibaja Venegas, que heredó el regimiento de su padre y fue administrador de la renta de la seda del partido de Almería (1630), así como teniente de alcaide de la fortaleza y Alcazaba de Almería; a su muerte, le sucedió en 1648 en el cargo de teniente de la fortaleza su hijo mayor, Luis de la Trinidad Venegas, casado con María Venegas y Careaga, y que, entre otros, había desempeñado el cargo de receptor de las rentas del uno por cien de Almería y su partido.

El desempeño de tan diversos oficios públicos civiles, militares y eclesiásticos, así como una saneada economía, hizo que los Trinidad formaran parte de la élite almeriense, con la que enlazaron matrimonialmente (Venegas, Careaga, Marín, Gibaja).


Muñoz Buendía Antonio





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