Conferencias Riada 1973

Vigente.

Cuevas habló de la respuesta institucional tras la Riada de 1973 en su última conferencia

conferencia riada

11.03.2023

Corrió a cargo del Jefe de sección de explotación del Ciclo Hidráulico de Diputación y profesor de la Universidad de Almería, Francisco Javier Martínez Rodríguez

La noche del pasado viernes, 8 de marzo, un nutrido grupo de personas volvió a congregarse en la sala de conferencias del Museo Antonio M. Campoy para continuar conociendo qué sucedió hace medio siglo, cuando los ríos de la provincia desbordaron sus cauces y provocaron una de las mayores catástrofes del siglo XX. Fue la segunda entrega del ciclo titulado “Las riadas de 1973: precedentes, efectos y consecuencias de un desastre natural”, organizado por el Área de Turismo, Cultura y Patrimonio.

Aunque Francisco Javier Martínez Rodríguez, jefe de Sección de Explotación del Ciclo Hidráulico en la Diputación y profesor de la Universidad de Almería, se ocupó de lo que pasó, del episodio meteorológico que generó las inundaciones, de las consecuencias y efectos de estas, atendió especialmente a cuál fue la respuesta de las instituciones, y no solo de las administrativas. Aclaró, de manera pormenorizada, que fue esta la primera ocasión en que desde el Estado se arbitró una línea de ayudas e indemnizaciones para paliar los daños causados, buena parte de la misma se dirigió a Almería por haber sido una de las provincias más afectadas. Se detuvo en la intensa labor acometida por el IRYDA, el estatal Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario, en la reparación de las tierras afectadas y su posterior concentración parcelaria. Y si bien ofreció una panorámica general de las repercusiones de estas acciones en toda la provincia, quiso centrarse con mayor detenimiento en cómo estas medidas incidieron en Cuevas del Almanzora.

No se quiso olvidar de aquellos programas de radio que, con finalidad benefactora, supieron movilizar la solidaridad de los almerienses y de otros lugares de España logrando recaudaciones que se destinaron a la ayuda de los damnificados. El profesor Martínez Rodríguez aludió al papel de algunas entidades bancarias, como Caja de Ahorros y Caja Rural, a través de las que el Estado encauzó la línea de ayuda, una circunstancia que les fue muy favorable para crecer y asentarse en los años posteriores. De igual modo, analizó cómo, a consecuencia de esta catástrofe, se aceleró la ejecución de proyectos de canalización de ríos, como los del Grande de Adra, la rambla de Albox o el Almanzora a su paso por el municipio de Cuevas; o la construcción de embalses, como el de Benínar o Cuevas, con la función principal de contribuir a la laminación de las avenidas.

Por último, habló de la actitud de Jesús Caicedo Gómez, alcalde por entonces de la localidad, que fue muy beligerante a la hora de exigir el interés de las autoridades sobre la catástrofe que vivía la población y de solicitar ayudas para paliar daños y sufrimientos. Gracias al profesor Martínez los asistentes descubrieron que este meritorio comportamiento del primer edil cuevano suscitó la desconfianza de las autoridades de la dictadura, de ahí que tan díscola actuación fuese investigada por la Guardia Civil.

Otra fructífera conferencia más que ha contribuido a componer el relato, cada vez más completo de lo que entonces aconteció.   

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