La densa y heterogénea biografía del dramaturgo Mariano Sopedra se retrotrae a la actividad teatral matritense de hace 60 años. A partir de la década de los 80 lo hace como docente en centros educativos y culturales almerienses. Nacido en 1946 en el Madrid castizo y criado en la calle Mesón de Paredes, siendo un adolescente con vocación artística, comenzó su relación con los escenarios en el TEU (Teatro Español Universitario), en grupos de Arte y Ensayo y en televisiones locales. Más adelante, mientras estudiaba Enfermería y hacía prácticas hospitalarias en La Paz y El Pardo, se incorporó al mundillo musical, viajando con diversas formaciones y orquestas como contrabajista a las órdenes de Karina y Tomás de Antequera. Llegó a Almería en 1980, desarrollando con Diputación una excelente labor como director escénico y docente en talleres organizados en distintas comarcas de la provincia. Una severa enfermedad lo postró en silla de ruedas; enfermedad que, afortunadamente, no le impidió proseguir con la tarea emprendida.
Escritor de fina prosa e ironía poética, colaboró mensualmente en la revista Ondeando (dirigida por Luis G. Yepes), firmando la columna Alí Caído, el morisco Deprimido, en la que satirizaba múltiples deficiencias de la vida local. Cabe destacar su relación con la radio y, muy singularmente, su intensa presencia en la fiesta de Carnestolendas. Convertido en uno de los máximos valedores en el resurgir del carnaval durante la Transición democrática en los años 80. Por ello, “El presidente de la Federación Almeriense de Teatro Aficionado y persona muy vinculada al movimiento carnavalesco, Mariano Sopedra Aguado, será el pregonero del Carnaval de Almería 2007…”.
Y así fue. Caracterizado de don Nicolás Salmerón, protagonizó el pregón de mayor enjundia, dificultad y emotividad que se recuerda en el ámbito de la popular fiesta. Participó asimismo como ponente en el único Curso de Verano de la Universidad de Almería dedicado al Canaval. Su hija Tanit Sopedra es fiel continuadora del legado paterno.
En el mundo teatral su actividad fue constante, erigiéndose en el gran dinamizador de las compañías de actores aficionados, con actuaciones regulares en el Teatro Apolo capitalino. Creador en 2016 de La Cometa, integrada en Altedis (asociación cultural sin ánimo de lucro) se anunció en más de 40 funciones con la obra Ninette y un señor de Murcia, de Miguel Mihura. La última con el reciente estreno de una segunda parte: Ninette, modas de Paris, durante la 50º edición del Certamen Nacional de Teatro Aficionado en Albox.
Fuente:
Revista Ondeando, Luis García Yepes