Reinaldos de AMEZCUETA 


AMEZCUETA, Reinaldos de (Pamplona, Sin datos - Mojácar, 1606). Militar.


      Vino al Reino de Granada durante la Guerra de los moriscos. Finalizada ésta, fue nombrado capitán del presidio de Santa Fe de Mondújar (Almería), donde residió al mando de una cuadrilla de 40 soldados, con la finalidad de asegurar las tahas de Marchena y Alboloduy, y garantizar las comunicaciones de la ciudad de Almería con Guadix, vitales para su abastecimiento. Sus servicios militares fueron compensados con la concesión de 6 suertes de población en Santa Fé de Mondújar, siendo el máximo beneficiado del repartimiento de este lugar, junto con el capitán almeriense Pedro Mártir de Aldana, que recibió otras tantas suertes. Tras la posguerra morisca, en 1578, se encontraba en Almería a cargo de una cuadrilla de soldados, vendiendo las tierras que se le habían repartido en Santa Fe. En torno a 1582, se trasladó a la ciudad de Mojácar, como gobernador militar del partido de las ciudades de Vera y Mojácar, al mando de una compañía de 150 soldados.

      La mayor trascendencia de este personaje fue la adquisición en subasta ante el Consejo de Población de Granada (15-VI-1593) de los bienes moriscos, tanto rurales como urbanos, de los lugares abandonados de Teresa y Cabrera, es decir, de la mayor parte de Sierra Cabrera, por la ínfima cantidad de 51 ducados anuales de censo perpetuo. Constituyendo un gigantesco latifundio, aunque de escasa rentabilidad por los constantes problemas que conllevó su posesión. En 1626 se repobló Cabrera con 62 vecinos, pero las diferencias surgidas con los herederos del capitán Reinaldos anuló la operación en 1637. Fueron, sobre todo, los constantes litigios planteados por la ciudad de Vera lo que más dificultó el poblamiento y la extracción de recursos de la zona. La ciudad siempre se consideró en derecho de arrendar los pastos de la sierra a ganados forasteros, pues era un ingreso básico de su hacienda. Estos litigios estuvieron en la base del fracaso, en 1677, de otra repoblación que se había hecho con 30 labradores arrendatarios, cansados de ver sus cultivos destrozados por los ganados foráneos. Hasta 1815 duraron los pleitos planteados por la ciudad de Vera.

       Reinaldos contrajo matrimonio con Micaela de las Heras Gavilanes, que tuvo como hija única a Damiana de las Heras. Fue sepultado en la iglesia de Mojácar. Tres años después (4-VI-1609), su hija se desposó con Pedro Leonés de Guevara, procedente de la aristocracia de Lorca, quien recibió en dote los lugares de Teresa y Cabrera e introdujo su apellido en distinguidas familias del levante almeriense.




Muñoz Buendía, Antonio





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