Gabriel AMATE APARICIO


AMATE APARICIO, Gabriel (Almería, 1914 - , 1986). Guitarrista.


Por méritos propios figura en el catálogo de vecinos ilustres del Casco Histórico tal como anuncia una cerámica en la fachada de su casa natal. El maestro Gabriel Amate Aparicio era funcionario municipal y compañero de José Fernández “Richoly”. La calle Descanso le vio nacer un áspero 16 de enero de 1914 en el seno de una familia numerosísima de 18 hermanos, en la Almedina, barrio que tiene al flamenco como santo y seña. Conocedor de todos los estilos, Gabriel era un tocaor de acompañamiento sobrio, poco dado al lucimiento personal y pendiente del cantaor de turno -en la línea de su admirado Niño Ricardo-, lo que le hizo ser sinceramente respetado y solicitado por aficionados y profesionales.

Con cinco hijas, sus inicios matrimoniales fueron tan duros como los de cualquier hogar de clase obrera, en las que sacar adelante a la prole costaba sangre, sudor y lágrimas. Aunque tuvo la fortuna de contar a su lado con María Cortés, la mujer sufrida frente a las privaciones y estímulo ante el afán de superación musical de un hombre serio y de porte noble, cordial y respetuoso. De excelente nivel cultural y apasionado por la lectura.


Tenía en gran estima una guitarra de Gerundino Fernández, de las primeras que construyó el internacionalmente luthier del Quemadero. Presumía de su sonoridad y le gustaba templarla a la caída de la tarde, para goce de los vecinos que acudían a escucharlo bajo la ventana de su domicilio. Cabal con los compañeros del oficio, hubo dos con los que intimó e intercambió conocimientos e ilusiones: Gaspar Vivas y Richoly. Del autor del Fandanguillo admiraba su creatividad y del segundo el liderazgo y dominio instrumental. Al igual que a éste, el Ayuntamiento del que fue funcionario le concedió el escudo de oro de la ciudad junto al citado Gerundino, el torero Juan Luis de la Rosa y el cantaor Manolo de la Ribera.

Por convicción ética e ideológica evitó acompañar a los Coros y Danzas de Sección Femenina y de Educación y Descanso; participando en cambio en recitales poéticos de Rodríguez de Soria y Antonio Murciano y al servicio de la gran mayoría de cantaores locales, además de actuaciones frecuentes en los teatros Cervantes y Apolo, radio Almería, Juventud y café Colón. Recibió el homenaje -en vida o a título póstumo- de las peñas Los Tempranos, Taranto, Morato y de la Federación Provincial Flamenca en el Día de Andalucía de 2008. Tras una larga enfermedad falleció el 24 de marzo de 1986 a los 72 años de edad.




Sevillano Miralles Antonio





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