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    Los Moriscos
    (1492-1568)

    La capitulación de Granada en 1492 garantizaba a los derrotados libertad de culto musulmán. Los mudéjares (mudaijan; domesticado) convivían con los cristianos desde el s. XI, respetándose sus costumbres, casa y trabajo a cambio de tributo. Aparecen ahora los abusos de los colonos cristianos que acaban con una revuelta en Níjar en 1501, esclavizado y vendiendo a sus pobladores.

    La ley pragmática de 1502 obliga a los mudéjares a abjurar de su religión o al exilio. Los que se quedaron, aunque aferrados a su fe y costumbres, se llamaron moriscos (cristianos nuevos). Conoció Níjar una difícil etapa de convivencia (1502-1568): los "cristianos viejos" aprendieron las técnicas agrícolas de regadío de los moriscos, el cultivo del moral y la morera para la actividad artesanal del tejido de seda; la carpintería, el esparto, la alfarería y también el pastoreo comarcal de cabras, lanar y vacuno desde la sierra a los llanos de la costa.

    Se comienza a construir la iglesia, con tres naves, aprovechando la dimensión de la torre fortaleza de la antigua mezquita: cabecera con arco apuntado y coro trasero, muros encalados y techo artesonado de magnifica conservación y belleza.

    La iglesia de Huebro era de parecidas características. Lucainena, Turrillas, Níjar, Inox, Tarbal y la Matanza fueron los principales núcleos habitados hasta la sublevación morisca de 1568 y la expulsión definitiva en 1570.

    Durante las revueltas de Navidad de 1568, las familias moriscas de toda la comarca de Níjar se refugiaron en el castillo del Peñón de Inox, a la espera de embarcar hacia Africa. Informados los cristianos, llegaron con ejércitos de mercenarios saqueadores venidos de toda la península, tomaron el cerro y obtuvieron 3.000 esclavos entre mujeres y niños.

    Fue el célebre "negocio de Inox" concluido junto al que hoy se recuerda como "el poblado de la Matanza".

    Después de esta guerra la población de Almería quedó reducida a 7.000 habitantes. En 1571, Níjar contaba con una población morisca dispersa, oculta en las sierras. Salvo la villa, todos los pueblos estaban abandonados desde Almería a Mojácar (1574). Llegaron escalonadamente repobladores desde Cazorla, levantinos, castellanos, aragoneses y extremeños, en total 170 personas (cuarenta y cinco eran soldados). La repoblación fracasó y tuvieron que pasar más de cien años para que la comarca recobrara la población de la etapa morisca.

    Comenzaba el s. XVII, el siglo oscuro de Níjar.