Darío FERNÁNDEZ  ÁLVAREZ


FERNÁNDEZ ÁLVAREZ, Darío (Santa Fe de Mondújar, 1939 - Almería, 2021). Abogado criminalista.


Darío Fernández Álvarez nació en 1939 en la localidad almeriense de Santa Fe de Mondújar, de madre almeriense y padre orensano, de los que nacieron otros dos hermanos. Su madre, maestra de escuela, los llevó a Asturias, a donde fue destinada, haciendo Darío el bachillerato en Luarca, recorriendo, andando, doce kilómetros diarios, desde la aldea de San Pelayo, donde no había ni luz eléctrica.

Sin que tengamos muchos datos sobre su infancia y juventud, sabemos que fue becario en el Instituto y en la Universidades de Oviedo y Granada, destacando muy joven en la abogacía, siempre orientada hacia el campo penal, su gran vocación y pasión, colegiándose muy joven, con el número 584, en el Colegio de Abogados de Almería, el 23 de febrero de 1962 a los 23 años, entre los colegiados Rafael Lao y José Sánchez Pelayo, siendo decano Rogelio Pérez Burgos.

El penalista, comprometido con la naturaleza, estudioso permanente y contestatario de lo establecido, amplió sus estudios en universidades portuguesas, alemanas e inglesas y fue un viajero impenitente por todo el mundo. Era un hombre con una cultura profunda, desafiante con los poderosos, decepcionado de la “politización de la justicia”, agnóstico y practicante de la defensa del medio ambiente y de la cultura anglosajona respecto al Derecho.

Darío Fernández Álvarez superó desafíos constantes a lo largo de su vida. Muchos compañeros y funcionarios se encontraban incómodos con él. No era una persona que pasara desapercibida: o se le admiraba o se le detestaba dependiendo del lugar en que uno se encontrase al cruzarse en su camino. Su brillante inteligencia, junto con un nivel de exigencia a prueba de bombas, le hizo vivir inmerso en una guerra constante consigo mismo y con el mundo que, de alguna manera plasmó en un libro, de no fácil lectura, de la mano de la editorial Arráez, publicado en el año 2000 y titulado; “La Justicia manchada en España. Reflexiones y vivencias de un abogado. Primera parte”, que no tuvo mucho recorrido en cuanto a difusión y no contó con la segunda anunciada para las estanterías.

Un día le comentó al periodista Antonio (Chacho) Torres que, en sus tiempos de estudiante en Granada, le encantaba el periodismo y convenció al padre de Francisco Giménez Alemán, exdirector de ABC y Telemadrid, para que no presionara al hijo para que estudiara medicina.

El letrado almeriense actuó como defensor en la última pena de muerte solicitada en España que tenía como protagonista a un hombre, Juan Antonio Vázquez Díaz, acusado de robar en una caja de ahorros en el Poniente almeriense. Salvó la vida del condenado y marcó un hito en la abogacía española que intentaba salir de la dictadura. En ese juicio, comenzó a tener reconocimiento fuera de las fronteras provinciales.

Darío Fernández fue clave en el año 1982 durante el juicio para conocer la verdad de lo ocurrido en torno a las muertes de Juan Mañas, Luis Cobos y Luis Montero, acaecidas el 10 de mayo de 1981 en el conocido como “Caso Almería”.

Fue el abogado que defendió a un mafioso buscado internacionalmente, Bardellino; y a familias gitanas en Martos cuando payos les incendiaron una treintena de viviendas. Otro caso que atrajo la atención fue ser uno de los primeros abogados en poner sobre la mesa los problemas de musulmanes en Ceuta y Melilla.

Estuvo en la cárcel por orden de la jueza de Órgiva (Granada), debido a otros asuntos, aunque el encierro duró pocas horas gracias a la reacción instantánea en contra de su encarcelamiento por parte del Colegio de Abogados y numerosos compañeros. Pagó un precio de envidias entre colegas provincianos que no soportaban sus éxitos y fue la pieza a batir por algunos jueces y fiscales.

Se separó de la abogacía española, decepcionado, al final de 1998, con 60 años y un notable patrimonio, dedicándose a viajar frecuentando centros europeos de pensamiento y proximidad a lo jurídico, aplicando los cinco idiomas que cultivaba, pasando sus últimos años centrado en el deporte (fue gran aficionado al ciclismo), y la naturaleza, pasando largas temporadas en Benecid, donde realizaba paseos y grandes caminatas. A su edad realmente se encontraba muy bien de salud antes de sufrir el ictus que acabó con su vida.

El abogado Darío Fernández Álvarez falleció el día 27 de julio de 2021 en el Hospital Torrecárdenas de Almería, a los 82 años, siendo despedido por su familia con una misa en el Tanatorio Almería, a la que asistieron una veintena de personas, entre ellas Antonio Mañas, hermano de una de las víctimas del “Caso Almería”. Sus cenizas se depositaron en el cementerio de Santa Fe de Mondújar, localidad donde descansan sus padres y a la que donó sus archivos.

 




Cantalejo Testa José Ramón





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