Jose MONTERO PADILLA


MONTERO PADILLA, Jose (Madrid, 1930 - Madrid, 2023). Docente, escritor, académico y cervantista.


El erudito personaje mantuvo un sólido vínculo con la tierra de sus ancestros. Primero escuchando la palabra, los recuerdos y el amor por Almería de su madre, Eugenia, y de su tío y hermano de esta, el célebre compositor y pianista José Padilla Sánchez. Y ya en edad adulta, en los múltiples viajes realizados a su segunda ciudad, en la que forjó sinceros lazos de amistad y a la que ensalzó en distintos foros madrileños. En la capital de sus mayores dictó conferencias, asistió a mesas redondas y gozó de la gastronomía local (su firma figura en el libro de honor de la popular Casa Puga). A instancias de la Asociación de Vecinos Casco Histórico descubrió en junio de 2016 el “mármol” que luce en la casa natal del maestro Padilla (calle Gabriel Callejón) y elaboró el prólogo del libro biográfico, José Padilla. Vida y obra a través de la crónica periodística (2017), escrito por Manuel Ayala.

Por expreso y altruista deseo del biografiado, sus hijos donaron el fondo bibliográfico de este, de su padre, de su abuelo y parte de la obra del tío materno a la Biblioteca Municipal. En total más de 12 mil libros, documentos, correspondencia personal, partituras, postales, fotografías, cerámica de Los Coloraos, etcétera. En agradecimiento al que fuese orador cívico en el acto conmemorativo de los Mártires de la Libertad, en agosto de 2016, el Ayuntamiento descubrió una placa recordatoria. La espléndida pieza oratoria versó sobre Cervantes, Pardo Bazán, Pérez Galdós y Azorín, a través de la palabra escrita, afirmando que la libertad “constituye la esencia de la producción literaria”. Seguidamente el alcalde le impuso el Escudo de Oro de la Ciudad.

José Montero Padilla nació en un hogar culto del matritense barrio de Salamanca el 22 de mayo de 1930 y falleció el día 25 del mismo mes de 2023, víctima de una insuficiencia cardíaca. Hijo de la citada Eugenia Padilla y del periodista y escritor José Montero Alonso (Premio Nacional de Literatura en 1928 y de Teatro en 1944); mientras que el abuelo, Montero Iglesias, también se distinguió por su brillante pluma y por ser íntimo amigo y colaborador de Benito Pérez Galdós. En definitiva, Montero Padilla creció bajo la impronta de la intelectualidad nacional que frecuentaba su domicilio. Su erudición cervantista sería continuada por su hijo José Montero Reguera, decano de la Facultad de Filología y Traducción de la Universidad de Vigo.

Según publicó el diario El País en una semblanza tras su muerte, estudió Filología Románica en la Universidad Complutense, doctorándose con una tesis sobre la vida y la obra de Gregorio Martínez Sierra y de su esposa, María de la O Lejárraga. Con posterioridad opositó a cátedra, enseñando Literatura en Institutos de Enseñanza Media en Calatayud, León y Segovia, en el mismo centro en que ejerció Antonio Machado y a quien Montero glosó brillantemente. Años después, impartiría cursos y clases en distintas Escuelas Universitarias y en la Complutense.

En Segovia conoció a su esposa, Lola Reguera, con la que tuvo cinco hijos. En esa ciudad desempeñó brevemente el cargo de delegado provincial de Educación e Información y Turismo. En premio a sus muchos méritos profesionales, ingresó como académico numerario en la Academia de San Quirce en enero de 1969, pronunciando el discurso Segovia en la poesía española contemporánea.

De regreso a Madrid prosiguió su prolífica obra literaria, dedicada especialmente a autores de los siglos XVIII y XIX: Mariano José de Larra, Fernández Moratín, duque de Rivas, Espronceda, etcétera. O bien dedicándose a rescatar del olvido a cronistas y poetas de la talla de Cansinos-Assens, Emilio Carrere, Martínez Sierra, Pedro de Répide o Manuel Machado. Paralelamente, le dedicó atención especial al estudio de la historia del teatro (abundando en la importancia de Jacinto Benavente); así como a la poesía, erigiéndose en pionero de la divulgación de la obra poética de Emilia Pardo Bazán y de Gerardo Diego; o bien escribiendo monográficos sobre Azorín, Miguel de Unamuno y Ramón Gómez de la Serna.

En sus numerosos trabajos y publicaciones, figuran títulos como El amor y sus catástrofes, además de numerosos escritos sobre Historia de la Literatura, Crítica literaria, Geografía de viajes, Cine y Dramaturgia, compendiadas en su obra Adiós Literatura, adiós, editado en 2012 por el Centro de Estudios Cervantinos de Alcalá de Henares. Asimismo, cultivó el género de los cuentos en clave intimista.

Su estatura literaria afloró además en publicaciones del Instituto de Estudios Madrileños (adscrito al Consejo Superior de Investigaciones Científicas), del que Montero Padilla fuera vicepresidente entre 1998 y 2004. Por otra parte, su actividad como cervantista fue otra de las dimensiones literarias que cultivó con esmero, glosando, entre muchas otras, la figura del polígrafo Luis Astrana Marín, integrado como estuvo en la dirección de la Asociación Española de Cervantistas y en la de Hispanistas, desde donde dictó y promovió numerosas conferencias e iniciativas literarias al respecto.

Fuente:
Diario El País (mayo, 2023).




Sevillano Miralles Antonio





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