Formado en Italia con los maestros Giovanni Paroni y Giuseppe Gazarinni, muy joven se trasladó a vivir a España, residiendo primeramente en Madrid y, más tarde, en Granada. En esta ciudad obtuvo (1845) el nombramiento de profesor interino de Dibujo Natural y Modelado en la Academia de Bellas Artes de Granada, de la que llegó a ser académico en 1851. Cultivador del género del retrato, su buen hacer en este campo le proporcionó numerosos encargos entre la burguesía y la aristocracia granadina, extendiéndose su fama fuera de los límites provinciales, llegando a exponer, incluso, en la Real Academia de Londres (1853).

Su llegada a Almería se produjo en noviembre de 1855, cuando ganó por concurso de méritos la plaza de director de la Escuela de Dibujo de Almería, sustituyendo en el cargo al pintor Juan de Mata Prats. En agosto de 1861, al quedar agregada la Escuela de Dibujo al Instituto de Segunda Enseñanza, Giuliani ocupó el puesto de profesor interino de Dibujo hasta que, en mayo de 1862, fue nombrado catedrático de la citada disciplina, cargo que desempeñaría hasta el día de su muerte. Como tal, ejerció una brillantísima labor como docente, siendo maestro de los más reconocidos pintores almerienses de la época, entre los que se cuentan, por ejemplo, José Díaz Molina y Antonio Bédmar.

      De personalidad muy influyente en el mundo artístico local, ha dejado un notable conjunto de obras, destacando la galería de retratos de personajes históricos que hizo para el Ayuntamiento de Almería a partir 1859; se cita, igualmente, el Retrato de la reina María Mercedes de Orleans y Borbón (1879), destinado a esta misma corporación municipal, así como numerosos retratos de la burguesía local y provincial, entre ellos, el Retrato de doña Fernanda de Scheidnagel. Obra suya de interés es el cuadro titulado La Civilización, presentado a la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1866 y por el que obtuvo una mención honorífica. Otros honores que recibió en vida fueron: el de socio de mérito del Círculo Científico y Literario de Almería (1857), el de diputado correspondiente de la Academia Española de Arqueología (1857), el de socio de mérito del Liceo Artístico y Literario de Almería (1857), el de socio facultativo del Liceo Artístico y Literario de Almería (1858), el de corresponsal de la Real Academia de Bellas Artes en Almería (1874) y el de caballero de la Real y Distinguida Orden Americana de Isabel la Católica (1887). Sin embargo, pese a estas distinciones sociales y a su más que merecido éxito profesional, un desdichado matrimonio, del que no tuvo hijos, posiblemente fuese la causa de su gran inestabilidad emocional, suicidándose en el puerto de Almería, dónde apareció ahogado el 9-I-1889.