José GUIRADO MANCHÓN


GUIRADO MANCHÓN, José (Vélez Rubio, 1935 - Huércal de Almería, 1998). Sacerdote.


      Ordenado Presbítero en 1959, ejerció el Ministerio en Parroquias rurales (Tíjola, Chirivel, Huercal de Almería) y suburbiales (La Chanca) destacando siempre su identificación con los más necesitados.

      Pero, donde ejerció una actividad más solidaria, social y comprometida fue en su acción pastoral como Consiliario Diocesano de Acción Católica y Nacional de la JOC. Profesor de Religión entre el 1963 y 1982, transmitió una nueva visión de su enseñanza propugnando tanto la gratuidad de la misma como su impartición fuera de los centros públicos, la separación Iglesia-Estado y la desprofesionalización del clero. Además, impulsó la creación de cooperativas obreras y de centros de acogida para necesitados.

      En su vida personal destaca su profunda religiosidad humanista, su honestidad y entrega; perfil biográfico resumido en este PADRE NUESTRO por él creado improvisadamente:

A Tí, que te escondes más allá de las nubes y de los vientos, hasta perderte de vista, hasta borrarse el rastro de tus pasos.

A Tí, que te acercas a nosotros, con nombre y apellido de “carne y aliento”, de lucha, de Pan y Vino compartidos;

A Ti, misterio y contradicción para nosotros, duda y esperanza, espeso bosque y camino; A Tí, te llamamos con lenguaje cercano, PADRE NUESTRO.

Fuerza con nosotros y nosotros Contigo la venida de una tierra nueva, de un nuevo estilo, que colme nuestras aspiraciones profundas de humanos con sentido.

Protestamos de que los ricos te sienten a su mesa y te inviten a bendecir sus empresas de explotación y guerra. No hay derecho a que Tú aparezcas como alguien neutral comprometido con quienes malogran nuestro destino.

Por eso, PADRE NUESTRO, que el Pan de cada día –alimento y vestido, cultura y libertad- esté al amanecer de cada mañana, a la puerta de todas las casas, de todos los pueblos, de la humanidad.

Y finalmente, PADRE, perdón por el retraso de nuestra tarea de acción continuada, por el frecuente desaliento, por la prisa irracional por la matemática exacta que nos hace olvidar que, más acá y más allá, hay Alguien y algo más.




Heras Sánchez, José





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