Gáyat al-Muna (El colmo de los deseos) es
el nombre que tenía una esclava que compró el rey de la taifa de Almería
al-Mutásim, de la que se dice que era capaz de componer versos y que era
buena contertulia. Originariamente debía de ser una niña apresada en cualquier
territorio no musulmán, a la que debieron de darle una formación exquisita
en Oriente, para luego ser vendida como esclava por una elevada cantidad
de dinero.
Se cuenta la anécdota de que fue llevada,
por orden del rey al-Mutásim al maestro y predicador de la Aljama almeriense
Ibn al-Farrá para que la examinase, no de su belleza, puesto que era ciego,
sino de sus dotes poéticas. Éste, tras preguntarle su nombre, y responder
aquella que se llamaba Gáyat al-Muna, la invitó a continuar un verso de
tema amoroso, lo cual hizo al punto con éxito. Ibn al-Farrá informó de
lo sucedido al rey, quien decidió comprarla.
Esta es la versión de la anécdota que transmitió
el cadí almeriense Abú l-Qásim Ibn Hubaysh, mientras que, según la versión
recogida por el historiador as-Sálimi, fue el propio monarca almeriense
el que hizo la prueba a la esclava para determinar si la adquiría. En los
dos casos el resultado es el mismo: la esclava pasó a formar parte de la
corte de al-Mutásim.
La capacidad de improvisar versos es muy
valorada en la cultura árabe y también lo era en la andalusí.
Bibliografía:
LIROLA DELGADO, Jorge (2012), "Gāyat
al-Munà", Biblioteca de al-Andalus,
1, pp. 405 (nº 127), Almería.